Está publicada la serie de PIB potencial real y nominal de Argentina, junto con la de la productividad total de los factores, para el período 1990-2022. Ahora que recientemente se ha publicado la base de microdatos de la EPH, ya se encuentra completa la lista de datos que componen la estimación.
Ésta es una continuación del trabajo que hicimos en 2018 con el excelente equipo de la Subsecretaría de Programación Macroeconómica del entonces Ministerio de Hacienda. El trabajo original se puede encontrar aquí.
Sigo haciendo revisiones conforme se publican datos nuevos, en general una vez al mes. Los datos los subo a Alphacast, de donde se pueden descargar libremente en este dataset. A mi entender, ésta es la única serie de PIB potencial y productividad actualizada y abierta. Por sobre el artículo original, también se encuentra la serie de PIB potencial nominal, la cual permite hacer cálculos sobre indicadores estructurales de la economía.
Los datos de 2022
Voy a hacer una brevísima introducción a los datos, para nada exhaustiva. Para quienes quieran interiorizarse más en definiciones y metodología recomiendo volver al trabajo original que hicimos en la Subse Macro.
Sólo voy a contar, de una manera poco técnica, que en este trabajo nos habíamos propuesto tres cosas: 1. descomponer el crecimiento de la economía argentina en tres componenetes, el factor trabajo (lo que aportamos los trabajadores), el factor capital (lo que aporta la infraestructura y las máquinas) y la Productividad Total de los Factores (PTF), un componente que trata de capturar ganancias de, a falta de una mejor palabra, productividad; 2. estimar la PTF, la cual por construcción sale como residuo y 3. estimar el PIB potencial y la brecha del producto, esto es, cuál es el nivel de producción consistente con una utilización máxima y sostenible de los recursos y qué tan lejos se encuentra la economía de ese nivel. Notemos que, bajo esta definición, la economía puede estar por encima de este nivel, momento en que la economía se considera sobrecalentada.
Pues bien, esto sucedió en 2022. Bajo la última estimación, la economía se encontraba en un nivel 1.3% por encima de su potencial. Esto en principio parece contraintuitivo, ya que no pareciera que la actividad económica esté pasando por un boom. Todo lo contrario, pareciese que se avecina una crisis. Sin embargo, una inflación de tres dígitos es perfectamente consistente con este dato.
Para poner el dato en contexto basta con recordar la tasa muy baja de desocupación del año pasado, al menos para los parámetros de nuestro mercado laboral extremadamente rígido. Pero sobre todo, recordar que esta baja en la desocupación no se tradujo en un aumento proporcional de la producción.
De hecho, el aumento de la precariedad laboral es notorio. Desde el comienzo de este gobierno, el crecimiento del empleo ha estado liderado principalmente por trabajadores en negro, y en menor medida por monotributistas. Acá lo explica bien Milagros Gismondi, a quien recomiendo seguir, en una serie de tuits:
Esto en parte lo captura uno de los “ajustadores” de nuestra estimación de la PTF, el indicador de calidad del trabajo. Por construcción, éste es un indicador que suele crecer monótonamente, pero la precarización del mercado laboral el año pasado fue tal en 2022 que ese año cayó un 1.7%, la mayor caída en más de treinta años de serie. El siguiente valor negativo en magnitud es 1995, durante la crisis del Tequila.
Esto se refleja, también, en la caída en la Productividad Total de los Factores (cuya serie también se puede descargar), junto con su impacto en el PIB potencial. La PTF volvió a caer bajo esta estimación, y se encuentra en un nuevo piso de la serie de más de treinta años. Según esta estimación, está muy lejos del pico de 2007 y cae casi sistemáticamente desde 2011. Esta tendencia es consistente con la caída del 9% en el PIB per capita de la Argentina entre 2011 y 2022, según datos del Ministerio de Economía.
El Gobierno que viene tendrá veinte años de caída por recuperar.